Querida comunidad de Oyster Adams,

¡Les envío saludos cordiales desde Boston! Siento un orgullo enorme de haber sido escogida para continuar el legado extraordinario de Oyster-Adams, y mucha humildad al reconocer todo el aprendizaje que tendremos que hacer juntos para poder continuar el legado, y el futuro de la escuela.

Quiero agradecer al comité de selección que prestó su tiempo y dedicación alescoger su próxima líder. En la entrevista tuve el placer de haber reído, llorado, y discutido asuntos de equidad con profundidad en el breve tiempo juntos. Escogieron un equipo entregado a la misión y representaron a su comunidad dignamente.

Sé que ya leyeron mis credenciales en la carta del Superintendente Bethel, pero me gustaría presentarme personalmente. Es importante que conozcan mi historia y mi misión–pues como dice el Dr. Cornell West, “nuestras raíces determinan nuestras rutas.” Cuando mi padre ecuatoriano, mi madre brasileña y yo salimos de Quito para vivir en este país, luchamos por encontrar una conexión lingüística y cultural en cada ciudad que vivimos. Tenía apenas 6 años, pero cada vez que nos mudamos, mi padre me recordaba a mí y a mi hermana, "Nunca te avergüences de quien eres, acuérdate que comparten una lengua con Márquez, Neruda, y Allende.” Esas palabras fueron una inoculación poderosa contra el prejuicio en tantas escuelas dónde no se permitía el uso del español, se burlaban de los acentos de mi familia, o menospreciaban mi comunidad latina. Poder leer en español fue mi arma secreta, mi prueba imbatible de que mi pueblo es, y será siempre, brillante.

Por eso, mi misión como educadora es crear espacios dónde logramos lo imposible

gracias a nuestras raíces, dónde celebramos y normalizamos el genio y intelectualismo de la gente de color. Nuestra brillantez es la norma, no la excepción. El arduo trabajo de muchas décadas en Oyster-Adams ha asegurado que sus estudiantes logren resultados extraordinarios porque poseen una herencia y una comunidad que les da fuerza y aliento a sus sueños–como mi familia hizo por mí. Abrazamos varios mundos, y varios idiomas dentro de una identidad. Y esa identidad y apertura nos permitirá acceso a todo el mundo.

Este año, seré la primera persona en la historia con el privilegio de haber dirigido las dos escuelas bilingües más antiguas, y establecidas del noreste del país, la Rafael Hernández y la Oyster-Adams. Trabajaré todos los días para merecer la confianza, el legado histórico, y las lecciones que cargo en el corazón de las dos comunidades. Pues, lo que mi equipo fenomenal aquí en Boston me enseñó, es que solo hay logros cuando todo el pueblo participa en la lucha, desde las abuelitas guerreras hasta las maestras más talentosas (pues a veces las abuelitas son las maestras más habilidosas).

Teniendo eso en cuenta, este viernes, 7 de junio, estaré presente en las dos partes de la escuela para recorrer las clases, conocer a las familias en lahora entrada (en el campus de K-2nd) y salida (en el campus de 3ro-8vo), y reunirme con el equipo de liderazgo actual. Tendremos muchas oportunidades de conocernos en el verano (las publicaré en mi próxima carta), pero quería anunciar mi llegada desde ahora para poder personalmente darle las gracias al Director Meliotis que me ayudará en la transición, y conocer al equipo talentoso que ha sacado su escuela adelante en un año inesperado.

¡Si me ven en los pasillos, o en la calle el día 7, no duden en saludarme!

Un abrazo fuerte,

Carolina Brito
Directora y Fanática Eterna de la Escuela Rafael Hernández K-8
Futura Directora y Aprendiz en la Oyster-Adams K-8